Alejandro Melamed y Fabián Jalife debatieron al presentar su último título, “Diseñá tu cambio”, de editorial Paidós, en el auditorio Grandes Libros.
El consultor en RR.HH y director de Humanize, Alejandro Melamed, y el fundador y director de BMC Innovation Strategy, Fabián Jalife, presentaron en el auditorio Grandes Libros su último título, “Diseña tu cambio” (Paidós).
Allí debatieron con el público acerca de la importancia de reinventar el propio camino laboral a la luz de las nuevas profesiones que agregan valor a las compañías del futuro, y de tecnologías que reemplazan o simplifican tareas que hasta ahora realizaban los seres humanos.
Esa trayectoria hacia una nueva realidad laboral no es simplemente un cambio de título o de trabajo. El proceso más difícil atraviesa nada menos que la psiquis de aquellas personas que se ven (o no) en la necesidad de virar de rumbo. Por eso el titular de la red social de lectores, Grandes Libros, Patricio Zunini, arrancó la charla con la pregunta “¿por qué las personas invierten tanta energía para no cambiar?”.
Parecería obvio en un una era de transformación digital, donde aquello que se daba por sentado gira 180 grados todos los días, que esto no se trata de una opción. “¿Podemos darnos el lujo de no cambiar?”, replanteó Melamed.
“Fundamentalmente, la gente invierte energías en resistirse porque quedarse en un mismo lugar es lo que se denomina la ‘zona de confort’. Y lo que termina ocurriendo es que ésta termina siendo la ‘zona de disconfort’. Cuando nos resistimos a cambiar, lo único que hacemos es cambiar para peor”, sentenció.
Jalife, por su parte, reflexionó que “en toda resistencia hay una posición subjetiva, hay algo que consciente o inconscientemente nos alerta que estamos en zona de riesgo”, y es parte de una tensión natural que se da entre la búsqueda de “seguridad, estabilidad y control”, y a la vez, las ganas de explorar, descubrir y aventurarnos según nuestros deseos. “Como va balanceando cada uno esa tensión estructural, es parte del proceso de cambio”, añadió.
El tiempo que se demora en conseguir la reconversión laboral y de las propias “skills” es diferente para cada persona. “Quizás lo más complejo es como lo pasás de la inconsciencia a la conciencia, y de allí a la acción. Muchas veces existe una evasión a la necesidad de cambio. Pero en la medida en que el contexto se modifica, si nuestra velocidad de cambio es inferior a la del cambio del contexto, quedamos obsoletos en muy poco tiempo”, advirtió Melamed.
“Depende de cada persona cuánto se demora, pero en el momento en que hacés el click, es un viaje de ida. Empezaste a cambiar desde el momento en que tomás conciencia. Hay mucha gente que está en piloto automático y lo que hace es persistir en un lugar, independientemente de su voluntad. Por eso lo que trabajamos es cómo transformar ese deseo en acción concreta, para traducirlo en un cambio sustentable”, detalló el consultor en RR.HH.
En ese marco, lo que recomiendan los dos expertos en el libro es subjetivizar ese pasado laboral y esa trayectoria en forma de proyecto, como una forma de apropiarse de la “agenda del presente”.
“Hay personas que anda por la vida con la agenda ocupada. Directores de compañías que son tan importantes y prestigiosos que viven ocupados y no son dueños de su tiempo. Vivir ocupado es liquidar el tiempo de apropiación subjetiva de tu vida”, dijo Jalife.
“Hay personas que trabajan en organizaciones y se sienten esclavos, están en una jaula de oro en el sentido de que están en un lugar con un cierto salario y beneficios, pero sienten que no pueden salir sin caer en el abismo. Lo que proponemos es ver de qué manera podés adueñarte del proyecto para encontrar la significatividad y hacer cosas que te den placer. Porque cuando uno disfruta lo que hace, el trabajo se convierte en otra cosa completamente diferente”, añadió Melamed.
Si entonces los primeros pasos fueron tomar conciencia del cambio para traducirlo a la acción, y adueñarse del propio tiempo presente de manera de transformarlo en proyecto a futuro, el tercer paso es el de “cambiar con sentido”.
“Hay una diferencia enorme entre cambiar y cambiar con sentido. Lo primero puede hacerlo cualquier persona. Pero hacerlo con un sentido, un propósito, una dirección, el resultado es muy distinto”, dijo Jalife.
El último punto es comprender que la educación que las personas recibieron hasta el momento, diseñada a partir de la elección de una vocación para toda la vida, no sirve más para enfrentar un entorno laboral en el cual las profesiones desaparecen o se reinventan todos los días. Por eso es necesario adoptar el enfoque de “long life learners”, o de ser estudiantes a lo largo de toda la carrera, lo cual nos permitirá adaptarnos a tener muchos trabajos y profesiones.
Qué pasa en las empresas
Al traducir estas indicaciones a un proceso de cambio organizacional, los autores recomiendan iniciar con claridad estratégica acerca de a dónde quiere moverse la compañía o entidad.
“Eso genera criterios organizadores para transitar el cambio”, dijo Melamed.
Y en un segundo momento, aseguran que es importante construir un ecosistema de apoyo político al proceso que se quiere desarrollar.
“Muchas organizaciones empiezan a trabajar el cambio a través de un diseño funcional de cuál es el destino a donde se quiere ir, y no consideran las propias barreras y resistencias que los propios conductores de esa organización – que han sido exitosos en el modelo que los trajo hasta acá-, van a poner, consciente o inconscientemente, para apoyar o hasta boicotear. Por lo cual, ir generando ese ecosistema político hace sentido en relación a la intención estratégica”, afirmó el consultor.
Para construir ese consenso ya no se puede pensar en “retener” a las personas en una organización, sino que es necesario pasar a un paradigma que busque “invitar a la gente, conmover y lograr que adhieran a un proyecto”.
Y la propuesta del libro en este sentido es la de “prototipar”. Es decir, luego de la toma de conciencia de que aquello que se logre modificar será modificado una y otra vez, en un proceso de mejora permanente, lo mejor es partir de “la mejor versión posible” de aquello que se quiere lograr.
“Hay que pasar cada una de las etapas de la mejor manera, siempre sabiendo que esto va a ser mejorado en muy poquito tiempo”, explicó Melamed y aclaró que si bien, “venimos seteados de un modelo en el cual tenías certeza a dónde querías arribar. Ahora de una semana a la otra puede cambiar el escenario local, internacional o de tu industria y tenés que cambiar nuevamente”.
Por todos estos motivos es que otra de las áreas que más debió cambiar su “mentalidad” en las empresas fue la de Recursos Humanos. “Hasta hace muy poquito tiempo, cuando se seleccionaba se buscaba a la persona de las mejores universidades, con las mejores calificaciones. Ahora por ejemplo, quizás es la peor noticia si tiene las mejores calificaciones, porque significa que quizás no sabe lo que es transitar el error”, describió Melamed.
Jalife considera que la resiliencia es una de las características más buscadas a la hora de sumar talento a una compañía: “Es muy revolucionario, porque te diría que hasta la generación X nos educamos en un paradigma del conocimiento, de la respuesta pertinente. No te sirve para nada en un mundo en transformación. Lo que te sirve es la capacidad de aprender, de crear, de conectar.”
“Hoy incorporamos personas que deben ser capaces de hacer trabajos que aún no fueron inventados. Entonces tenemos que seleccionar por valores, que son lo que se mantiene constante. Si tenés los valores que adhieren a la cultura organizacional y capacidad de aprendizaje, el resto lo vas a aprender. Que vos ya traigas en tu experiencia una mochila con un montón de cosas, hoy deja de ser significativo”, sentenció Melamed.
Por último, al ser consultado por Zunini sobre qué sucede con quienes están teniendo que reconvertir sus habilidades en medio de la crisis económica que se vive en el país, el director de Humanize consideró que “Los argentinos, al haber atravesado tantas crisis, tenemos una ventaja competitiva frente a un montón de personas de diferentes lugares del mundo, porque nuestra capacidad de cambiar tan rápido, de una manera tan seria y tan profunda, nos permite enfrentarlo de una forma bastante accesible”.